(Ciencias de Joseleg)(Biología)(Reproducción en los seres
vivos)( Reproducción
celular mitosis y meiosis) (Introducción) (El
ciclo celular) (Etapas
del ciclo celular) (Apoptosis)
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del ciclo celular) (Introducción
e historia de la mitosis) (Profase
de la mitosis, condensación) (Huso
mitótico) (Prometafase
mitotica) (Mitosis
de la metafase a la citocinesis) (Tipos
de mitosis) (Introducción
e historia de la meiosis) (Meiosis
I, profase I y recombinación genética) (Meiosis
I y meiosis II) (Importancia
de la recombinación genética) (No
disyunción durante la meiosis) (Referencias
bibliográficas)
La primera evidencia que se encontró de la recombinación genética vino del laboratorio de T. H. Morgan durante la segunda década del siglo XX gracias a las investigaciones realizadas en las moscas de la fruta (Lobo & Shaw, 2008; T H Morgan, Sturtevant, Muller, & Bridges, 1972; Thomas Hunt Morgan, 1915, 1916, 1919a, 1919b). Posteriormente las observaciones en este modelo biológico fueron extrapoladas y confirmadas en otros modelos eucariotas capaces de realizar la reproducción sexual vía la meiosis como lo somos los seres humanos.
Figura 46. Thomas Hunt Morgan
(25 de septiembre 1866 - 4 de diciembre 1945)1 fue un genetista
estadounidense. Estudió la historia natural, zoología, y macromutación en la
mosca de la fruta Drosophila melanogaster. Sus contribuciones
científicas más importantes fueron en el campo de la Genética. Fue galardonado
con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1933 por la demostración de que
los cromosomas son portadores de los genes, lo que se conoce como la teoría
cromosómica de Sutton y Boveri. Gracias a su trabajo, Drosophila melanogaster
se convirtió en uno de los principales organismos modelo en Genética.
La recombinación
genética altera las proporciones mendelianas clásicas y por eso hace parte de
la genética post-mendeliana. La recombinación genética también confirma otra de
las grandes hipótesis de A. Weismann y es concerniente al concepto de la reina
roja y la utilidad evolutiva del sexo (Lee, Ni, Li,
Shertz, & Heitman, 2010; Meirmans, 2009; Zuccala, 2015). En resumen, el sexo es costoso
biológicamente, por lo que debería presentar una utilidad evolutiva muy grande,
y esa utilidad es dada por la recombinación genética. La recombinación es un
mecanismo que incrementa la variabilidad de las poblaciones de manera
independiente a las mutaciones espontáneas. Con una mayor variabilidad las
poblaciones toleran con mayor facilidad los cambios ambientales y las presiones
ejercidas por los parásitos, los competidores y los depredadores.
A pesar de que la
asociación de los genes en grupos de ligamiento fue confirmada por los trabajos
de Morgan a mediados de la segunda década del siglo XX, el problema es que el
ligamiento aparecía de forma estadísticamente incompleta, existía algo que
seguía alterando las frecuencias mendelianas al nivel estadístico. En otras
palabras, los alelos de dos genes diferentes como los que codifican para alas
cortas y cuerpo negro que originalmente se presentaban ligadas en un mismo
cromosoma, no siempre permanecían unidos durante la producción de los gametos.
Por lo tanto, las características maternales y paternales heredadas por in
individuo en cromosomas homólogos separados podían ser cruzadas y terminar
presentes en el mismo cromosoma de un solo gameto. Alternativamente, dos
características que se heredaron unidas en un mismo cromosoma parental podían
terminar separadas una de la otra en diferentes gametos.
En 1911 Morgan
ofreció una explicación para el rompimiento del ligamiento. Dos años antes F.
A. Janssens había observado que los cromosomas homólogos de los bivalentes se
envolvían entre si durante la primera fase de la meiosis I. Janssens había
propuesto que esta interacción entre los cromosomas paternos y maternos
generaba un rompimiento e intercambio de los brazos cromosomales.
(YouTube)
teoría cromosómica de la herencia.
Si los cromosomas pasaran
intactos se generarían grupos de ligamiento como en este ejemplo hipotético.
Sin recombinación solo existirían 2 tipos de cromosomas con identidades
genéticas bien definidas que se heredarían de manera mendeliana en grupo.
El cruzamiento
tiene el potencial de generar cuatro cromátides con identidades genéticas
diferentes, dos que son las originales y dos que son recombinantes. De la
imagen se puede anticipar que los genes que están cerca unos de otros tienen
altas posibilidades de ser transferidos en grupos ligados cuando el cromosoma
recombina, mientras que los genes en posiciones lejanas tienen altas
posibilidades de combinarse con alelos alternativos generando cromosomas
nuevos.
Capitalizando esta
propuesta, Morgan sugirió que este fenómeno que acuñó como entrecruzamiento o
recombinación genética podía explicar la aparición de descendientes con
fenotipo recombinante. Los análisis de los descendientes al nivel estadístico
de una alta cantidad de individuos adultos cargan una variedad de alelos en el
mismo cromosoma indicando que (1) el porcentaje de recombinación entre un par
de genes en un cromosoma como color de ojos o longitud de ala era constante
entre diferentes ciclos generados; y (2) los porcentajes de recombinación entre
los diferentes pares de genes como el color de ojos y la longitud de del ala
contra otro par de color de ojos y longitud de alas puede variar mucho.
El hecho de que un
par de genes dado da aproximadamente la misma frecuencia de recombinación en
cada cruce sugiere fuertemente que las posiciones de los genes a lo largo de
los cromosomas son fijas y no varía de una generación a otra. A esta posición
fija se la denominó Locus “singular” o Loci “plural”. Si el locus de cada gen es fijo,
entonces la frecuencia de recombinación entre dos genes depende de la lejanía o
cercanía relativa entre este par de genes, es decir entre más recombinación más
lejos y entre menos recombinación más cerca. En 1911 A. Sturtevant un
estudiante del laboratorio de Morgan concibió la idea de que las frecuencias de
recombinación podían ser empleadas para dibujar mapas de distancia relativa
entre los diferentes genes al interior de un mismo cromosoma.
El término
“Hipótesis de Weismann” ahora se concentra en la proposición explicita de que
la reproducción sexual funciona como un proveedor de variación para la
selección natural (Mayr, 1982). A
pesar de la importancia adaptativa del sexo (y el como el sexo evolucionó) ha
permanecido como un área de considerable debate debido al costo del 50% en la
aptitud, lo que en teoría debería favorecer a la reproducción asexual (Niklas,
1997).
Nótese que, durante la reproducción sexual, cada progenitor solo le
hereda el 50% de su genoma a su descendencia. El resultado de la vacación
genómica introducido de esta forma puede conllevar a la aparición de individuos
mal adaptados. En contraste, la reproducción
asexual, asegura que los nuevos individuos están adaptados como sus padres al
ambiente, lo que conllevaría a que cada miembro de la población generase clones
de sí mismo. Por lo cual la pregunta del
millón es ¿Por qué es tan común entre los eucariontes, la reproducción sexual?
De acuerdo con Mayr
(1982) el dilema de la perdida de la aptitud en un 50% debido a la reproducción
sexual se puede resolver si consideramos el hecho de que el ambiente al que
estaban adaptados los padres cambia a través del tiempo y puede que no sea el
mismo que enfrentara la descendencia.
Niklas (1997) señaló que la reproducción sexual y asexual no son
mutuamente excluyentes, una combinación de ambas se puede observar en plantas,
hongos y un sin fin de organismos eucariontes microscópicos. La descendencia variable producida por la
reproducción sexual puede contener (y debido al número, contiene) algunos
individuos mejor adaptados a nuevos ambientes, mientras que la reproducción
asexual produce organismos que retienen los caracteres adaptativos para un ambiente
estable
Muchos hongos poseen
ambos tipos de reproducción, cuando llegan a un ambiente rico en recursos ellos
empiezan a generar una población clonal generada por reproducción asexual,
cuando las condiciones del ambiente se hacen menos favorables, los hongos
entran en un estado que induce la generación de gametos y estructuras
secundarias que sirven para dispersar a largas distancias los cigotos
producidos por la reproducción sexual. Esta estrategia no es única de los
hongos, y la reproducción sexual siempre emerge como un fenómeno de emergencia,
cuando las condiciones del ambiente se ponen poco favorables.
(YouTube) Evolución, el sexo.
Hamilton et al (1990) propusieron que la variabilidad genética
que la reproducción sexual provee ayuda a las plantas, animales, hongos entre
otros a lidiar contra parásitos y enfermedades.
En la carrera armamentista evolutiva, los organismos patogénicos pueden
crecer y adaptarse rápidamente debido a su gran número y corto ciclo de vida,
lo que les permite evadir las defensas del organismo huésped. Rice y
Chippindale ( 2001) han mostrado evidencia de que la
reproducción sexual es ventajosa debido a que acelera la evolución genotípica
sin el riesgo de la mutación aleatoria que puede generar tanto alelos ventajosos
como perjudiciales. Todas estas ideas y experimentos soportan el concepto
original de Weismann de que la reproducción sexual produce una progenie
variable lo que promueve la evolución adaptativa.
La variabilidad en
el fenotipo y el genotipo en poblaciones de plantas, animales hongos “entre
otros” se genera mediante
recombinación genética (intercambio de brazos cromosomales en la segunda fase
de la meiosis) resultado de la reproducción sexual y de las mutaciones
aleatorias a través de la secuencia (parental – descendencia). La cantidad de variación genética que una
población que se reproduce sexualmente puede producir es enorme. Considere a un
solo progenitor con un numero N de genes, cada uno con solo 2 alelos (Nota del
traductor: El ser humano posee alrededor de 25.000 a 30.000 genes cada uno con
entre 10 y 20 alelos, algunos genes pueden tener 100 alelos todos funcionales
en la población, recuerden que cada individuo solo puede llevar 2) Este individuo “ideal” produce una cantidad
diferente de gametos (óvulos y espermatozoides) igual a (2 exponencial N o sea 2 multiplicado N
veces). Debido a que la reproducción sexual envuelve a dos progenitores, cada
combinación de gametos puede producir una cantidad de cigotos igual a (4 exponencial
N, o sea 4 multiplicado N veces) con diferentes genotipos.
Si cada progenitor
tuviera solo 150 genes con solo 2 alelos
(una subestimación grosera del genoma de un eucarionte como el ser humano),
cada pariente puede dar lugar a 1045 (10 multiplicado 45 veces) diferentes
espermatozoides u óvulos; y solo una pareja de padres podría producir
teóricamente más de 1090 (10 multiplicado 90 veces) de diferentes cigotos con
genomas únicos (un número que es bastante cercano al estimado de partículas
totales en todo el universo). Regresando a Darwin, una vez más, si la teoría de
la evolución es fuera fundamentalmente incorrecta, la utilidad de la
reproducción sexual no sería evidente, y se convertiría en otro “fallo de
diseño”.
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