martes, 29 de junio de 2021

Regulación hormonal femenina

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Al igual que en el hombre, la mujer también inicia su desarrollo sexual en el cerebro por medio de las hormonas gotadotropinas. De hecho, las dos hormonas que afectan las gónadas llamadas folículoestimulante y luteinizante adquieren sus nombres de estructuras anatómicas exclusivas de las mujeres, siendo estas los folículos y el cuerpo lúteo.

(YouTube) Los cambios en los ciclos menstruales están regulados por hormonas en el sistema reproductivo femenino.

(YouTube) Los cambios en los ciclos menstruales están regulados por hormonas en el sistema reproductivo femenino.

(YouTube) Durante la evolución, el óvulo maduro es liberado mediante la ruptura del folículo, el cual se transforma en el cuerpo lúteo, el cual segrega progesterona y sus subproductos.

(YouTube) La prolactina es una hormona producida por la región anterior de la pituitaria, la cual regula la producción de leche, mientras que la oxitocina que es producida por la parte posterior de la pituitaria induce la eyección de la leche en los senos.

A diferencia de los hombres en donde la producción de gametos es un fenómeno continuo al igual que la secreción de testosterona, en las hembras se generan ciclos de producción de gametos y de secreciones hormonales. Bajo condiciones normales los ciclos menstruales duran alrededor de 28 días, pero en condiciones de estrés extremo los ciclos se pueden dilatar a 31 días o contraer a 21.

En la figura principal y en el video se puede observar un resumen de los órganos del sistema reproductor femenino, los cuales consisten en el cerebro, la pituitaria, el oviducto, el útero, los ovarios, la cérvix y la vagina. Al igual que en los hombres el órgano que permite el desarrollo y mantenimiento del sistema reproductor es el cerebro mediante la regulación y secreción de hormonas endocrinas, es decir hormonas que se trasladan de un órgano a otro a través del sistema circulatorio.

El ovario maduro posee dos funciones principales, la maduración de las células germinales y la secreción de hormonas esteroides que regulan la actividad sexual. Cada célula germinal se encuentra encerrada al interior de un folículo, el cual una de las fuentes de hormonas sexuales cíclicas.

Figura 37.   El ciclo menstrual femenino. Es altamente complejo e involucra cambios en los órganos reproductivos, los caracteres sexuales secundarios y en el estado de ánimo, todos inducidos por los ciclos hormonales del eje hipotálamo-pituitaria-gonadal.

Los esteroides ováricos inhiben la producción de la hormona luteinizante y folículoestimulante por vía de la retroalimentación negativa. Justo antes de la evolución a mitad del ciclo, el estradiol posee una retroalimentación positiva que afecta al eje de hipotálamo y la pituitaria induciendo un incremento significativo de la secreción de la hormona inductora de secreción de las gonadotrofinas y por ende un incremento de la secreción de las hormonas luteinizante y folículoestimulante. El ovario también produce tres polipéptidos hormonales: la inhibina que suprime la secreción de la hormona folículoestimulante; la activina que bloquea a la inhibina; y la folastatina que bloquea a la activina permitiendo a la inhibina actuar.

(YouTube) Ciencia Divertida La Pubertad en las Mujeres.

Aproximadamente 7 días después de la fertilización, el embrión en desarrollo o blastocito se empieza a quedar sin energía y debe unirse al tejido materno enterrándose en la pared del útero. La inserción del blastocito en el tejido materno le permite una fuente de nutrientes que le permite dar inicio a la siguiente fase de su desarrollo denominado gastrulación. Para hacerlo, al blastodermo genera una nueva capa de células externas llamadas placenta, las cuales comenzaran a producir una serie de hormonas que favorecen la producción de vasos sanguíneos y la supresión del sistema inmune de la madre.

Figura 38. Los sacos embrionarios como órganos endocrinos. Durante el embarazo los ciclos hormonales femeninos cambian, debido a que la placenta fetal, que se origina a partir del cigoto, se convierte en un poderoso órgano endocrino.

La placenta produce también hormonas semejantes a las producidas por el eje de la pituitaria y el hipotálamo debido a que estas estructuras aún no han sido creadas en el embrión, estas hormonas guían el desarrollo sexual del embrión. Estas hormonas permiten el desarrollo normal del embrión, la vida fetal e incluso las labores del parto. Hemos evolucionado a partir de animales ovíparos, y aunque nuestros fetos permanecen en el interior de las madres, aun nuestros embriones requieren de rodearse de una serie de capas semejantes a un huevo como la placenta. Estos tejidos poseen capacidad endócrina y producen hormonas de diversos tipos, entre ellas, hormonas sexuales o reguladoras de las hormonas sexuales.

El ser humano es un mamífero, esto quiere decir que las hembras son capaces de producir un líquido muy nutritivo denominado leche. La leche se produce en las glándulas mamarias, y su producción se encuentra bajo el control de las hormonas de la pituitaria y de los esteroides de los ovarios. Dos son las funciones principales de la leche, la primera es la de aoyar el crecimiento del bebe recién nacido debido a que su sistema digestivo aun no es apto para consumir alimentos, la segunda función es la de un refuerzo inmune por parte de la madre hacia el feto ya que el sistema inmune de los recién nacidos aún es muy débil.

El eje de la pituitaria y el hipotálamo regula la producción de la hormona liberadora de gonadotrofinas, de forma tal que su secreción se realiza de un modo pulsante mucho más marcado que en el hombre. Las pulsaciones de la hormona liberadora de gonadotrofinas, causa que la secreción de a hormona luteinizante y folículoestimulante posea ritmos mucho más marcados que en el hombre.

En el cuadro anterior los pulsos rítmicos de la hormona liberadora de gonadotrofinas "cuadro superior e inferior" poseen dos fases generales, la folicular en la que los pulsos son pequeños y continuos; y la fase lútea en la que los pulsos son más dilatados y los picos de producción son más altos. El contacto entre la pituitaria y el hipotálamo se da gracias a un sistema de circulación porta, un bloqueo de estas venas conlleva al bloqueo en la producción de la hormona luteinizante y folículoestimulante, lo cual a su vez conlleva a la atrofia de los ovarios y a la reducción en la secreción de las hormonas ováricas.

Las neuronas de otras regiones del cerebro también intervienen en los ritmos de secreción de la hormona de liberación de gonadotrofinas por parte del hipotálamo. Neurotransmisores como la epinefrina y la norepinefrina estimulan la producción de la hormona liberadora de gonadotrofinas; mientras que la dopamina y la serotonina inhiben la secreción de la misma. Adicionalmente, los esteroides y péptidos ováricos, así como neuropéptidos producidos por el hipotálamo pueden alterar la producción de la hormona liberadora de gonadotrofinas.

La liberación de la hormona luteinizante a través del ciclo de vida de la mujer está representado por el modelo de la figura principal. Durante el periodo neonatal, la hormona luteinizante es liberada en bajas y constantes concentraciones sin el patrón rítmico. Este periodo coincide con una falta de desarrollo de los caracteres sexuales y de las gónadas.

El patrón rítmico coincide con el inicio de la pubertad, pero por unos cuantos años solo es expresada durante el sueño, este periodo coincide con un incremento del desarrollo folicular de forma asincrónica, con una producción de estradiol ovárico más marcada.

Con el establecimiento del ciclo menstrual regular asociados a una ovulación periódica, las pulsaciones de la hormona luteinizante pasan de un ciclo de 24 horas a un periodo mensual. Este ritmo se mantendrá durante los años fértiles de la mujer hasta que se alcanza el periodo denominado menopausia, en las cuales los ovarios pierden la capacidad de sostener una maduración folicular activa, se segrega menos estradiol. Esto conlleva al retorno de las pulsaciones de la hormona luteinizante a ciclos más cortos y a una concentración más alta de la hormona luteinizante en la sangre.

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