(Ciencias de Joseleg)(Biología)(Reproducción en los seres
vivos)( Enfermedades reproductivas) (Introducción)(Generalidades)(Introducción
al VIH)(Etapas
de la infección por VIH)(Virus
oportunistas)(Bacterias
oportunistas)(Protistos
oportunistas)(Hongos
oportunistas)(Otros
síntomas del SIDA)(Transmisión
y contagio)(SIDA
infantil)(Taxonomía)(Genética)(Como
ingresa el VIH al cuerpo, tropismo)(Respuesta
inmune)(Ciclo
de vida del VIH)(Diversidad
y adaptabilidad del VIH)(Diagnostico)(Efecto
del VIH en el sistema inmune)(Prevención,
tratamiento y epidemiología del VIH)(Descubrimiento
del VIH y el SIDA)(VIH,
historia y sociedad)(Controversias
sociales y negacionismo del VIH y el SIDA)(Algunas
infecciones de transmisión sexual)(Desordenes
reproductivos masculinos)(Desordenes
reproductivos femeninos)(Referencias
bibliográficas)
En capítulos anteriores hemos visto que la taxonomía del VIH se rastrea al VIS de los primates africanos, el punto sobre la taxonomía exacta puede discutirse, pero es un hecho que el VIH evolucionó varias veces de forma independiente. Ahora examinaremos factores ecológicos, sociales y económicos que permitieron su desarrollo y escape de África. Es primordial pensar el origen del VIH en términos integrativos de las áreas de geografía, historia, economía, así como de ecología y virología para tener un panorama unificado de la ruta más probable para su propagación.
Figura 60. El Congo Belga. La zona
del centro occidente de África es la región de origen del VIH-1 y también es la
zona con más riesgo para la infección con Ébola. Mientras el continente
africano y otras regiones selváticas e inexploradas sigan siendo explotados, la
aparición de nuevas infecciones emergentes por zoonosis, se convertirán en
titulares cada vez más comunes.
Una
zoonosis es una infección accidental de un parásito que se encuentra adaptado
para sobrevivir sin mayores complicaciones en un reservorio natural. Esta
definición es básica, y por lo tanto fácil de olvidar a la hora de crear
hipótesis sobre el origen del VIH, especialmente entre aquellos adherentes a
las teorías de la conspiración (Gao
et al., 1999). Pero, ¡hey! Igual sirve para
echarle el pato al capitalismo salvaje a los ultramalignos imperios coloniales
por una razón, el descuido ecológico. Los virus de la inmunodeficiencia en los
simios son extremadamente antiguos y conviven muy bien en sus propios
reservorios –claro está que entre uno y otro reservorio también se presentan
zoonosis mortales, pero es raro –a menos que exista algo que afecte el
equilibrio ecológico(Worobey
et al., 2010).
A
principios del siglo XX el colonialismo europeo había convertido a África en
una despensa de recursos naturales: pieles exóticas, animales raros, maderas
finas, gemas preciosas todas debían obtenerse más y más profundo en las selvas.
Esto conllevó a que los seres humanos entraran cada vez más en contacto con
reservorios de virus con los que nunca antes habían tenido contacto conllevando
a la aparición de nuevas enfermedades (Sharp
et al., 2001). El VIH no es el único virus
emergente en el siglo XX por zoonosis de territorios que nunca debieron ser
explotados, otras infecciones famosas son el Ébola, la fiebre de Lessa, el
virus de Marburg, el virus del este del Nilo (Alonso
& Cox, 2015).
Figura 61. Carne de monte. Esta alta
prevalencia explica la razón del origen polifilético del VIH, debido a que los
humanos son un reservorio anormal de varios tipos de VIH pueden existir
recombinaciones accidentales, de las cuales cuatro han dado origen a una
infección que deprime el sistema inmune humano, a diferencia del VIS comunes
que causan síntomas muy leves.
Identificar
el punto de recombinación que dio origen al VIH es complejo, pero existen dos
especies posibles, nosotros los seres humanos y los chimpancés. La razón es que
ambas especies tienen hábitos deprecatorios, con lo cual consumen carne de
otros primates, lo cual hace de ambas especies un punto de encuentro de
diferentes cepas del virus de la inmunodeficiencia en simios (Sharp
et al., 2001).
En
África y otras partes del mundo se tiene la costumbre de cazar animales
selváticos por su carne para el consumo, lo cual no es malo en sí mismo, el
problema es que las poblaciones crecientes de seres humanos provocan más
presión y la necesidad de cazar animales cada vez más raros que son reservorios
de infinidad de infecciones, sean estas conocidas –tuberculosis, rabia, fiebre
amarilla, paperas –o sean estas emergentes Éébola, Marburg, Lessa.
La
razón no es solo la cacería sino el hecho de que la carne no es preparada
adecuadamente, existen prácticas de consumo directo de carne por parte de los
cazadores, así como de carne deshidratada. Adicionalmente cuando se corta la
carne pueden existir lesiones accidentales del carnicero, o cuando se calienta
la carne algunas secciones no quedan bien cocinadas y no falta el que le gusta
el sabor de la sangre de una carne poco cocinada. Un estudio de 2009 en África
Central demostró que el 2.3% de la población posee antígenos para el Virus de
la Inmunodeficiencia en Simios en la población general; pero en las áreas
rurales ese porcentaje podía elevarse al 17.1% (Kalish
et al., 2005).
Los
cazadores de África han comido carne cruda desde que nuestra especie
evolucionó, así que la pregunta evidente es ¿Por qué en el siglo XX? La
respuesta ya la hemos abordado en los factores sociales generales para la mayor
parte de las Infecciones de Transmisión Sexual y fueron las relaciones de poder
asimétricas entre los grandes imperios colonialistas europeos del siglo XIX y
principios del XX con las poblaciones colonizadas. Los hombres fueron forzados
a ser una mano de obra barata que debía mantenerse fuerte para tener altos
índices de productividad, mientras que muchas de las niñas sin mayores oportunidades
terminaban en los prostíbulos de las nacientes ciudades coloniales, las cuales
también estaban conectadas a las metrópolis imperiales por medios de puertos (Sharp
et al., 2001).
Figura 62. Vacunación primitiva. Algunas de las prácticas de
vacunación involucraban hasta 10 inyecciones en un solo individuo al año, y
algunas de ellas se realizaban vía intravenosa con jeringas de vidrio
reutilizadas. Investigaciones han determinado que el VIS puede adaptarse con
mayor efectividad a una nueva especie si se realiza inyecciones rápidas durante
la etapa aguda tan solo unas tres o cuatro veces (Drucker, Alcabes, & Marx, 2001; Marx, Alcabes,
& Drucker, 2001).
pico
del colonialismo fue precisamente los años 20s del siglo XX, estos cambios
sociales en áfrica también incluyeron cambios en el uso de los recursos de la
selva y un cambio de relación general entre el ser humano y los animales que
allí vivían (Sharp
et al., 2001). Adicionalmente, la destrucción
del sistema de valores tribal favoreció la aparición de nuevas conductas
sexuales mucho más promiscuas en las ciudades que favorecieron el desarrollo y
dispersión inicial del VIH. De hecho todo este es sinérgico, por un lado ITS
traídas de Europa como la sífilis y las úlceras genitales se dispersaron en la
población local de prostitutas de cada ciudad, estas úlceras favorecían la
infección de los recombinantes del VIS entre los cuales se encontraba el VIH (Sharp
et al., 2001).
Sin
embargo, con el VIH circulando, existieron otras prácticas impuestas y
realizadas de forma poco sanitaria que pudieron favorecer aún más la
prevalencia de los recombinantes del VIS durante la primera mitad del siglo XX,
ausentes en otros siglos y que por lo tanto explican la emergencia cronológica
del flagelo del SIDA.
Si tu
economía depende de una población de trabajadores económicos, lo primero que
deseas es que se encuentren fuertes para el trabajo, y para ello lo más
conveniente es que no presenten enfermedades debilitantes que afecten la
productividad de la población. En este orden de ideas, varias campañas de
vacunación contra infecciones de este tipo fueron realizadas en el África
subsahariana desde 1910 y por todo el siglo XX. Debemos recordar que las buenas
prácticas de manejo de jeringas hipodérmicas son una consecuencia del SIDA, en
aquel tiempo se empleaban émbolos de vidrio y las jeringas se reciclaban de un
paciente a otro, si es que la situación lo ameritaba (Drucker
et al., 2001; Marx et al., 2001).
Finalmente,
las costumbres sexuales africanas favorecen mucho la transmisión de la ITS.
Estas costumbres pueden dividirse en dos categorías, comportamientos sociales y
modificaciones fisiológicas. En los comportamientos sociales se puede encontrar
el incremento en la promiscuidad de las poblaciones que perdieron los lazos con
sus valores tribales, estas sociedades son generalmente machistas y muy
promiscuas, los hombres comúnmente poseen una gran cantidad de compañeras
sexuales lo cual favorece la transmisión y prevalencia de las ITS. Por otra
parte, se encuentran las prácticas de modificación fisiológica como la ablación
del sistema reproductor femenino y el sexo en seco.
La ablación es la destrucción de las partes del sistema reproductor femenino vinculadas con el placer sexual con el fin de asegurar la fidelidad de la esposa, aunque la institucionalidad de los gobiernos a través de las escuelas advierte sus peligros, aún sigue siendo una práctica culturalmente arraigada (Fuller, 2008). En segunda instancia está el sexo en seco, es decir el uso de arena y otras sustancias en el pene y la vagina que impiden una adecuada lubricación durante el acto sexual, esto favorece el sangrado y el contacto de fluidos con una alta carga de patógenos entre los cuales está el VIH (Schwandt, Morris, Ferguson, Ngugi, & Moses, 2006).
No hay comentarios:
Publicar un comentario