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miércoles, 13 de octubre de 2021

Reproducción y ciclo de vida de protistas de vida libre

(Ciencias de Joseleg)(Biología)(Reproducción en los seres vivos)(Reproducción en microorganismos) (Introducción) (Generalidades) (Bacterias y arcaicas) (Introducción a la reproducción en hongos) (Quitridiomicetos) (Zigomicetos) (Ascomicetos) (Basidiomicetos) (Falsos hongos) (Protistas de vida libre) (Protistas parásitos) (Referencias bibliográficas)

 

  Al estudiar a los protistas hay que tener en cuenta su extraordinaria diversidad morfológica y de estrategias de vida, la cual se traduce casi que primordialmente en sus estrategias reproductivas. La mayoría de los protistas, al igual que los hongos, son capaces de tomar ventaja del ciclo sexual completo, incluso con los epiciclos asexuales, lo cual garantiza ciclos de vida de gran complejidad. Los ciclos de vida de mayor complejidad son los de los parásitos, que involucran alternancia de generaciones de cuerpos somáticos. En algunos casos solo uno de los dos cuerpos somáticos en el ciclo de vida de alternancia de generaciones es parásito, pero existen casos como en los plasmodios en los que los dos cuerpos somáticos parasitan a huéspedes diferentes.

En cuanto a la reproducción asexual, hay que tener en cuenta que el cuerpo somático puede ser multicelular o unicelular, así mismo las células pueden experimentar mitosis simple o mitosis asimétrica “también llamada gemación”. También se puede experimentar mitosis de policaronte, en la cual una célula experimenta divisiones nucleares sucesivas sin experimentar citocinesis, hasta que llega a tener un tamaño critico de núcleos, momento en el cual se experimenta una citocinesis masiva que fragmenta la célula madre en muchas células hijas. Esto es común en los protistas parasíticos como los apicomplejos.

El proceso mismo de la meiosis no parece ser tan estandarizado como lo hemos creído aquellos que nunca hemos estudiado a los protistas, ya que en ellos experimenta ciertas variaciones. De hecho, es bueno pensar como la espermatogénesis y ovogénesis de los mamíferos es diferente del proceso de meiosis estándar que viene en la sección de genética de la mayoría de los libros de texto. En consecuencia, es más conveniente hablar de los diversos procesos meióticos. Lo que si deben tener en común los procesos meióticos es la generación de células haploides. Y lo mismo sucede con la mitosis.

Existen 6 tipos diferentes de mitosis en los protistas, los cuales están definidos en base al huso mitótico y a la membrana nuclear, que podemos dividir en dos, ortomitosis y pleuromitosis.

El concepto de ortomitosis hace referencia a que el huso mitótico es simétrico y se puede observar un plano ecuatorial fácilmente definible. La ortomitosis puede ser abierta, semi-abierta o cerrada intranuclear. Es abierta si el núcleo de diluye y el huso atraviesa libremente, es semi-abierta si el núcleo se abre y permite la entrada del uso; y es cerrada si el núcleo no se diluye, en este caso, el huso se forma al interior del núcleo.

La pleuromitosis hace referencia a un uso mitótico que no es simétrico con respecto al plano celular, por lo que no se puede referenciar un plano ecuatorial. La pleuromitosis puede semiabierta, cerrada intracelular o cerrada extracelular. Las dos primeras son semejantes a las que suceden en la ortomitosis, sin embargo, aún una diferente, la extra-nuclear cerrada. En este caso el huso mitótico se forma afuera y luego interactúa con el núcleo para formar un segundo huso al interior del núcleo.

Los dos tipos de mitosis.

Figura 53. Los dos tipos de mitosis.

El organismo tipo en este caso es el paramecio. Estas células son binucleadas pero con un estado cromosómico extraño. Un núcleo es más grande y es denominado macronucleo, es haploide y se encarga de las funciones somáticas, mientras que el segundo núcleo es más pequeño, es diploide y posee funciones reproductivas (1). Normalmente la reproducción asexual se da por mitosis simétrica (13), aunque también pueden existir divisiones repetitivas al interior de propágulos de resistencia conocidos como quistes.

Ciclo de vida de los ciliados

Figura 54. Ciclo de vida de los ciliados

De lo anterior podemos decir que no es una generación sexual estándar, sino que es un diploide más haploide 2n + n (a).

La reproducción sexual no es estandarizada, por lo que merece la pena una discusión. La sexualidad de los ciliados recibe el nombre de conjugación. La conjugación se logra mediante la recombinación genética del micronúcleo, para lograrlo un paramecio debe identificar a otro individuo genéticamente compatible, debido a que no existe diferenciación entre las células no podemos emplear los conceptos de macho y hembra, sino el de conjugantes (2). Los conjugantes se orientan lado a lado en sus áreas bucales (3). En cada conjugante el micronúcleo lleva a cabo dos divisiones sucesivas que son equivalentes a las divisiones meióticas con un resultado de cuatro micronúcleos haploides más un macronucleo haploide (5), es decir un pentacarionte (b). Tres de los micronúcleos producidos se desintegran (6) con lo que nos deca un dicarionte (c), mientras que el micronúcleo restante se divide una vez más (7) creando un tricarionte (d). Al quedar dos micronúcleos haploides uno se queda estacionario y se llama sincarionte, mientras que el otro se mueve a través de un punto de unión que se ha formado (8). Las células intercambian el núcleo y luego este se une al otro micronúcleo restituyendo el estado diploide del micronúcleo (9).

Después del intercambio de material genético del micronúcleo, las células se separan y se denominan ahora exconjugantes. El proceso solo impacta el comportamiento celular hasta que el micronúcleo genera un nuevo macronúcleo. La generación del macronúcleo (10) tampoco es un evento sencillo, en el paramecio en sinarionte diploide se divide tres veces, produciendo ocho núcleos, todos recombinantes. Tres de ellos se degradan, uno permanece micronúcleo y los cuatro restantes se agrandan. El micronúcleo restante se divide dos veces a medida que el paramecio realiza la mitosis simétrica para producir cuatro células hijas, cada una de las cuales recibiendo un macro núcleo y un micronúcleo. Los ciliados presentan variaciones de estos eventos que involucran el número de divisiones nucleares y la cantidad de núcleos presentes.

En caso de no encontrar conjugantes, la célula puede igual recombinar consigo misma para aumentar la tasa de mutación, proceso denominado autogamia (11). La autogamia procede semejante a la conjugación en el sentido de que el micronucleo se divide de manera semejante a la meiosis para generar un pentacarionte, pero en lugar de que uno de los micronúcleos haploides sea transferido a otra célula, simplemente se vuelve a fusionar con el sincarionte que no se mueve. Una vez completado eso, se vuelve a dar un reemplazo del macronucleo. 

Los euglénidos poseen formas de vida libre como la euglena común pero también hay formas parasíticas muy famosas como los tripanosomas. Examinaremos primero el ciclo de vida de la forma de vida libre. Los euglenoides poseen un cuerpo somático unicelular, haploide que solo lleva a cabo reproducción asexual (1). La mitosis (2) se realiza por pleuromitosis untranuclear cerrada.

Ciclo de vida de la euglena no parasítica.

Figura 55. Ciclo de vida de la euglena no parasítica.

La mitosis en la mayoría de los estramenopilos es caracterizada por una pleuromitosis abierta sin centriolos. Durante la división, los cuerpos basales de los dos flagelos se separan y se forma un huso mitótico de manera adyacente a los dos flagelos. En las formas que poseen escamas, la armadura escamosa se adiciona a medida que la superficie de la célula hija aparece. En las diatomeas cada célula obtiene una válvula de silicio y sintetizan la otra para completar el frustalo.

Ciclo de vida 1.

Figura 56. Ciclo de vida 1.

Ciclo de vida 2.

Figura 57. Ciclo de vida 2.

La reproducción sexual está pobremente estudiada en la mayoría de los linajes, aunque en las observaciones realizadas hasta el momento aparentemente se forman gametos haploides que luego se fusionan para generar un zigoto diploide. La mayoría de los gametos son isogámicos, aunque en las varias diatomeas se puede observar el gameto masculino con flagelos. De hecho, la variabilidad es tan grande, que se pueden observar dos tipos de ciclo de vida diferente.

En el primero la célula somática es haploide (1a) la cual puede realizar mitosis para aumentar su población (2). La misma célula haploide tiene capacidad gamética (1b), en caso de que sea anisogámico simplemente debe encontrar otra célula compatible, experimentando la fecundación y la cariogamia (2) para producir un cigoto diploide (3) que inmediatamente ingresa en meiosis (4) liberando nuevamente células haploides vegetativas.

El segundo ciclo de vida se caracteriza por una dominancia de la célula diploide (1) siendo esta la célula vegetativa que puede reproducirse por mitosis (2). La célula diploide puede ingresar en meiosis (3) que dependiendo del tipo genético puede ser espermatogénesis (3a) u ovogénesis (3b). Del proceso meiótico salen gametos anisogámicos, siendo espermatozoides masculinos (4) u óvulos femeninos (5). Los espermatozoides son atraídos por hormonas liberadas por los óvulos hasta que se unen en la fecundación (6) generando un cigoto diploide (7) que se transforma en una célula vegetativa (1).

La reproducción asexual es realizada por fisión binaria, fisión múltiple y gemación, con una división del núcleo por peluromitosis intranuclear cerrada. En los heliozoos la fisión binaria se da a lo largo del plano a través del cuerpo; en los polixistinios y varias otras formas acorazadas, sin embargo, la división ocurre a lo largo de planos predeterminados por la simetría corporal y el arreglo esquelético.  La fisión múltiple tiende a ser la misma en todos los grupos. El núcleo poliploide surge a través de múltiples inicios mitóticos sin división nuclear, luego ese núcleo se fragmenta junto con el individuo, produciendo células hijas biflageladas que nadan a nuevos ambientes hasta que pierden sus flagelos y desarrollan la célula adulta acorazada. En los policistinios, la forma flagelada posee un cristal de tetraoxidosulfato de estroncio en sus citoplasmas. La fisión múltiple es el único modo de reproducción asexual de muchas especies, sino es que la única.

La reproducción sexual es rara en los actinopodios, aunque para iniciar, sus células vegetativas son diploides. Unos cuantos géneros de helizoos realizan autogamia que es una especie de autorecombinación y autofertilización como en los ciliados. En este caso la autofertilización inicia por cambios en el ambiente que indican a las poblaciones celulares que es necesario producir una nueva generación con variación genética para adaptarse a las nuevas condiciones, lo primero es que la célula se enquista para evitar morir en las nuevas condiciones. Posteriormente realiza una división mitótica para producir células sexualizadas llamadas gamontes. Cada núcleo del gamonte se divide meioticamente sin realiza citocinesis, por lo que ahora tenemos células dicarionticas. Cada uno de los gamontes pierde uno de sus núcleos haploides, volviéndose una célula gamética haploide, y posteriormente se vuelven a fusionar célula y núcleo, reformando una célula diploide autofertilizada.

Poseen ciclos de vida complejos que no se han descrito completamente. Estos ciclos de vida involucran alternancia de generaciones, sin embargo, algunas especies pequeñas se reproducen únicamente de manera asexual mediante gemación y fisión múltiple. La división del núcleo se realiza por pleuromitosis intranuclear.

En las especies que se reproducen sexualmente no es raro encontrar individuos de la misma especie que se diferencian por tamaño y forma en diferentes etapas de su ciclo de vida. Las diferencias de tamaño generalmente están determinadas por el tamaño de la pared inicial o proloculum siguiendo una etapa de un ciclo de vida en particular. Generalmente el proloculum que se forma siguiendo procesos asexuales es significativamente más grande que el que se forma para el proceso sexual. Los individuos con proloculos grandes son denominados la generación megasférica, y los individuos sexuales son la generación microsférica. Durante la etapa sexual del ciclo de vida los individuos sexuales o gamontes realizan divisiones repetitivas para producir y liberar isogametos triflagelares, los cuales se fusionan para formar el individuo asexual de la generación diploide. Los individuos asexuales o agamontes realizan la meiosis para producir los gamontes sexuales.

En muchos foraminíferos los gametos flagelados son producidos y liberados, la fertilización ocurre en el océano para producir el agamonte joven. En otros linajes como los glabratellios, dos o más gamontes se unen de manera temporal sin fusionarse. Estos gametos que pueden ser flagelados o amebianos se unen en cámaras. Las cámaras eventualmente se separan, liberando los recién formados agamontes.

 

Reproducción y ciclo de vida de los basidiomicetos

 (Ciencias de Joseleg)(Biología)(Reproducción en los seres vivos)(Reproducción en microorganismos) (Introducción) (Generalidades) (Bacterias y arcaicas) (Introducción a la reproducción en hongos) (Quitridiomicetos) (Zigomicetos) (Ascomicetos) (Basidiomicetos) (Falsos hongos) (Protistas de vida libre) (Protistas parásitos) (Referencias bibliográficas)

 

La espora sexual de los hongos basidiomicetos se denomina basidiospora, el cuerpo fructificante microscópica se denomina basidio, y el cuerpo fructificante macroscópico se denomina basidiocarpo.

Microfotografías y modelos del basidio y sus cuatro basidiosporas.  Los basidios producen cuatro basidiosporas, pero debido a que estas se liberan pueden encontrarse especímenes con menos.

Figura 49. Microfotografías y modelos del basidio y sus cuatro basidiosporas.  Los basidios producen cuatro basidiosporas, pero debido a que estas se liberan pueden encontrarse especímenes con menos.

Los basidiocarpos son estructuras macroscópicas con forma de sombrillas bastante conspicuas, poseen coloraciones muy marcadas y muchos producen metabolitos secundarios que pueden ser alucinógenas o incluso mortales. Los basidios en un basidiocarpo se encuentran por debajo de la umbrela “copa de la sombrilla”. El basidio es una estructura compleja, cuando está maduro lo forman cinco células, el basidio en sí y las cuatro esporas sexuales producto de la meiosis, llamadas basidiosporas. Las cuatro basidiosporas cuelgan del basidio y se desprende por gravedad, siendo transportadas por el viento donde formaran nuevas colonias.

La fertilización en los basidiomicetos es similar a la de los ascomicetos, con la diferencia de que el micelio dicarionte posee una mayor importancia como cuerpo vegetativo que el micelio haploide.  Los micelios sexuales o haploides no son tan importantes como estructura vegetativa en los basidiomicotas, el micelio vegetativo persistente es el dicarionte (n+n) el cual tiene acceso a la compensación de dosis, lo cual lo hace más vigoroso ante las enfermedades genéticas y los parásitos.

Esto se debe a que, al poseer dos núcleos, el micelio dicarionte tiene acceso a la compensación de dosis al poseer cromosomas homólogos, enmascarando los alelos recesivos letales.  El micelio dicarionte no solo va a formar el cuerpo fructificante, de hecho, toma control sobre el sustrato. Los dicariontes tienen una expectativa de vida larga, algunos pueden llegar a vivir hasta cientos de años, además son persistentes en extremo, por ejemplo, un espécimen del parque Malheur de Oregon mide unos 8.9 kilómetros cuadrados y su edad se estima en unos 2.400 años. La especie del hongo es Armillaria solidipes, cuyos basidiocarpos “Figura 50” pueden emerger en cualquier lugar.

Basidiocarpo.

Figura 50. Basidiocarpo.

Estos micelios dicariontes pueden realizar la meiosis de forma cíclica y estacional.  Cuando esto sucede algunas secciones del micelio se agrupan para formar e basidiocarpo o cuerpo fructificante macroscópico en forma de sombrilla.  El tejido que forma los basidios se llama himenio y se encuentra debajo de la humbrela o sombrilla del basidiocarpo.

Una vez formado el ascocarpo, en algunas secciones de este, el micelio especializa algunas células realizando la cariogamia para formar una célula diploide, la cual inmediatamente realiza una meiosis nuclear. En la imagen siguiente podemos apreciar un corte fino de un himenio, en azul está el micelio dicarionte de soporte y en rosado los basidios con las basidiosporas.

Los cuatro núcleos formados migran a la punta apical de la célula y se separan por gemación formando las cuatro células o basidiosporas.

Estructura interna del basiodiocarpo.

Figura 51. Estructura interna del basiodiocarpo.

Ciclo de vida de los basidiomicota.

Figura 52. Ciclo de vida de los basidiomicota.

El ciclo de vida de los basidimicetos representa una alternancia de generaciones entre una generación haploide n (b) y una generación dicarionte n + n (c), mientras que el diploide 2n (a) se reduce a una etapa momentánea en la estructura reproductiva sexual llamada asco diploide (9). De hecho, es bastante semejante al de los ascomicetos, aunque las estructuras de los conodioforos pueden experimentar variaciones.

Aunque en ocasiones la etapa dicarionte puede ser macroscópica y conspicua, en realidad la generación somática que afronta la mayor parte de la selección natural es la generación haploide. En consecuencia, iniciamos nuestra narración con el micelio haploide (1) el cual es una colección de fibras individuales denominadas hifas (1a), las cuales solo pueden ser vistas al microscopio (1b), aunque si se acumulan las suficientes se puede apreciar el micelio como si fuera una estructura aterciopelada (1c). El micelio crecerá de manera vegetativa por regeneración mitótica (20) a menos que las condiciones ambientales se hagan hostiles, momento en el cual se activa su potencialidad sexual.

Algunas hifas son compatibles con otras, aunque tal compatibilidad no es distinguible “isogamia” de allí que no se emplee el concepto de macho y hembra, sino de hifa compatible “+” e hifa compatible “-“(1d). Cuando las hifas compatibles experimentan la fecundación plasmogámica (2) emerge una nueva estructura. En lugar de ser una mera espora con un dicarionte transitorio como en los zigomicetos, lo que ocurre aquí es que no se da la cariogamia, y en su lugar crece un nuevo micelio vegetativo de tipo dicarionte (3). La función del micelio dicarionte es la formación de estructuras reproductivas sexuales mediante mitosis regenerativa (4), que pueden ser macroscópicas (5) o microscópicas (6) pero en general las denominamos como basidiocarpos. Al interior de los basidiocarpos se encuentran estructuras reproductivas llamadas basidios (7) los cuales inician en un estado de dicarionte. Cuando el basidiocarpo alcanza la madurez el basidio atraviesa la cariogamia (8) lo cual hace que los dos núcleos del basidio se fusionen para generar un basidio diploide (9). El basidio diploide realiza meiosis inmediatamente (10) generando cuatro núcleos haploides (11), pero hasta aquí llegan las militudes con los ascomicetos. En lugar de atravear una nueva mitosis, lo que sicede es que el basidio madura generando por gemación cuartro esporas a las cuales son enviados los cuatro nucleós mitóticos formando, este proceso de maduración (12) genera el basidio maduro con sus cuatro esporas típicas (13a, 13b). Cuando es basidio se rompe libera las basidiosporas (14), las cuales por regeneración mitótica (15) regeneran el micelio haploide (1).

El ciclo sexual mayor puede ser acompañado por un ciclo asexual especializado, que se da para que el micelio invada más rápido una fuente de alimento en un ambiente favorable. En este caso el micelio haploide inicia la esporulación (16) generando estructuras especializadas denominados conidioforos (17a, 17b) los cuales liberan las conidiosporas (18). Las conidiosporas pueden germinar un nuevo micelio haploide por regeneración mitótica (19). Adicionalmente, el propio micelio puede regenerarse a sí mismo (20) para crecer o para dividirse por fragmentación.

 


 

Reproducción y ciclo de vida de los ascomicetos

 (Ciencias de Joseleg)(Biología)(Reproducción en los seres vivos)(Reproducción en microorganismos) (Introducción) (Generalidades) (Bacterias y arcaicas) (Introducción a la reproducción en hongos) (Quitridiomicetos) (Zigomicetos) (Ascomicetos) (Basidiomicetos) (Falsos hongos) (Protistas de vida libre) (Protistas parásitos) (Referencias bibliográficas)

 

La espora sexual de los hongos ascomicetos se denomina ascospora, el cuerpo fructificante microscopio se denomina asco, y el cuerpo fructificante macroscópico se denomina ascocarpo. Un asco típico es como un estuche con ocho ascosporas formadas en secuencia.

Asco de una levadura.

Figura 43. Asco de una levadura.

Ascos de un micelio.

Figura 44. Ascos de un micelio.

Los ascos generalmente se generan en masa como si fueran el tapiz atercipelado de la superficie del correspondiente ascocarpo. Los ascocarpos son estructuras de forma muy variable que crecen en el sustrato, algunos tienen forma de orejas, otros forman de cocos, algunos son muy coloridos y otros extremadamente venenosos llamados ascocarpos.  Los ascocarpos en su interior poseen una enorme cantidad de estuches denominados ascos, los cuales contienen ocho gametos meióticos, y cada uno de esos gametos es una ascospora.

La parte sexual del ciclo de vida de los ascomicetos inicia cuando dos hifas haploides se unen realizando la plasmogamia "proceso llamado apareamiento o mating".  Existen especies homotálicas y especies heterotálicas. La mayoría de las especies poseen compatibilidad bipolar, pero algunas especies pueden llegar a tener más sexos. Las hifas forman estructuras complejas, un anteridio que permite a los núcleos migrar hacia la hifa opuesta que ha formado un ascogonio, permitiendo una plasmogamia.

Ascocarpos.

Figura 45. Ascocarpos.

Arriba, anteridio y ascogonio después de haber realizado el emparejamiento. Abajo, el proceso anterior llamado emparejamiento.  En el modelo tenemos: A tenemos el emparejamiento, en B la plasmogamia, en C el micelio dicarionte que puede iniciar directamente la formación del asco como en las levaduras o puede crecer para formar estructuras enormes o ascocarpos, de los cuales algunas hifas iniciarán la formación del asco. La formación del asco se muestra desde D-G con la cariogamia y desde G-I con la meiosis. La maduración del asco se alcanza en J con una mitosis adicional.
Arriba, anteridio y ascogonio después de haber realizado el emparejamiento. Abajo, el proceso anterior llamado emparejamiento.  En el modelo tenemos: A tenemos el emparejamiento, en B la plasmogamia, en C el micelio dicarionte que puede iniciar directamente la formación del asco como en las levaduras o puede crecer para formar estructuras enormes o ascocarpos, de los cuales algunas hifas iniciarán la formación del asco. La formación del asco se muestra desde D-G con la cariogamia y desde G-I con la meiosis. La maduración del asco se alcanza en J con una mitosis adicional.

Figura 46. Arriba, anteridio y ascogonio después de haber realizado el emparejamiento. Abajo, el proceso anterior llamado emparejamiento.  En el modelo tenemos: A tenemos el emparejamiento, en B la plasmogamia, en C el micelio dicarionte que puede iniciar directamente la formación del asco como en las levaduras o puede crecer para formar estructuras enormes o ascocarpos, de los cuales algunas hifas iniciarán la formación del asco. La formación del asco se muestra desde D-G con la cariogamia y desde G-I con la meiosis. La maduración del asco se alcanza en J con una mitosis adicional.  

A diferencia los animales y las plantas, la plasmogamia no es seguida por la cariogamia, en su lugar se genera una generación completa de células dicariontes que construyen micelios completos.

En las especies que generan un cuerpo fructificante macroscópico, el micelio dicarionte se agrupa en masas semejantes a tejidos para formar los ascocarpos. Al interior de una sección del ascocarpo se llevada a cabo la cariogamia. En las especies en las que no se forma el ascocarpo como en las levaduras, la cariogamia se da inmediatemte formando el asco. Una vez formado el asco cigótioco que posee solo una célula y un núcleo se lleva a cabo la meiosis, que conlleva a la formación de cuatro células encerrradas en un estuche. En la mayoría de las especies, al finalizar la meiosis prosigue una mitosis de las cuatro células generando ocho células a las cuales se las deniomina ascosporas, las cuales son haploides.

El apotecio, está compuesto por micelio dicarionte, en medio pueden verse los ascos maduros con sus ocho ascosporas.

Figura 47. El apotecio, está compuesto por micelio dicarionte, en medio pueden verse los ascos maduros con sus ocho ascosporas.

Ciclo de vida de los ascomicetos.

Figura 48. Ciclo de vida de los ascomicetos.

El ciclo de vida de los ascomicetos representa una alternancia de generaciones entre una generación haploide n (b) y una generación dicarionte n + n (c), mientras que el diploide 2n (a) se reduce a una etapa momentánea en la estructura reproductiva sexual llamada asco diploide (9).

Aunque en ocasiones la etapa dicarionte puede ser macroscópica y conspicua, en realidad la generación somática que afronta la mayor parte de la selección natural es la generación haploide. En consecuencia, iniciamos nuestra narración con el micelio haploide (1) el cual es una colección de fibras individuales denominadas hifas (1a), las cuales solo pueden ser vistas al microscopio (1b), aunque si se acumulan las suficientes se puede apreciar el micelio como si fuera una estructura aterciopelada (1c). Hay que destacar que el ciclo de vida ascomicota que mostramos en la figura anterior es el de los ascomicota formadores de micelio, existen otros ascomicetos como las levaduras que no forman micelios. El micelio crecerá de manera vegetativa por regeneración mitótica (20) a menos que las condiciones ambientales se hagan hostiles, momento en el cual se activa su potencialidad sexual.

Algunas hifas son compatibles con otras, aunque tal compatibilidad no es distinguible “isogamia” de allí que no se emplee el concepto de macho y hembra, sino de hifa compatible “+” e hifa compatible “-“(1d). Cuando las hifas compatibles experimentan la fecundación plasmogámica (2) emerge una nueva estructura. En lugar de ser una mera espora con un dicarionte transitorio como en los zigomicetos, lo que ocurre aquí es que no se da la cariogamia, y en su lugar crece un nuevo micelio vegetativo de tipo dicarionte (3). La función del micelio dicarionte es la formación de estructuras reproductivas sexuales mediante mitosis regenerativa (4), que pueden ser macroscópicas (5) o microscópicas (6) pero en general las denominamos como ascocarpos. Al interior de los ascocarpos se encuentran estructuras reproductivas llamadas ascos (7) los cuales inician en un estado de dicarionte. Cuando el ascocarpo alcanza la madurez el asco atraviesa la cariogamia (8) lo cual hace que los dos núcleos del asco se fusionen para generar un asco diploide (9). El asco diploide realiza meiosis inmediatamente (10) generando cuatro núcleos haploides que inmediatamente se independizan en cuatro proto-ascoesporas al interior de la membrana del asco haploide inmaduro (11). Posteriormente, el asco haploide inmaduro realiza una mitosis (12) generando cuatro ascosporas, y en este punto tenemos un asco maduro con ocho ascosporas (13a, 13b). Cuando es asco se rompe libera las ascosporas (14), las cuales por regeneración mitótica (15) regeneran el micelio haploide (1).

El ciclo sexual mayor puede ser acompañado por un ciclo asexual especializado, que se da para que el micelio invada más rápido una fuente de alimento en un ambiente favorable. En este caso el micelio haploide inicia la esporulación (16) generando estructuras especializadas denominados conidioforos (17a, 17b) los cuales liberan las conidiosporas (18). Las conidiosporas pueden germinar un nuevo micelio haploide por regeneración mitótica (19). Adicionalmente, el propio micelio puede regenerarse a si mismo (20) para crecer o para dividirse por fragmentación.